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lunes, 27 de marzo de 2017

Lámpara DIY


A veces de los objetos más insospechados podemos sacar soluciones decorativas sorprendentes. Es el caso del DIY que os traigo hoy, el cambio radical de una lámpara tipo plafón bastante sosa. 

Para los que vivís en un piso de alquiler o para los que no podéis ni queréis gastaros en una lámpara nueva, ésta es una solución bastante "apañada".

Para ello necesitaremos un bol tipo frutero de metal, pintura metalizada spray dorada,  alambre dorado y cuentas de colores. 

Primero medimos el diámetro que tiene el cristal de nuestra lámpara que sirve para tapar las bombillas. De esta manera compraremos el bol de un diámetro lo mas parecido posible.





La mayoría de estos fruteros suelen venir con "bonitos" (irónico) adornos frutales o similar, Con un alicate los cortamos para dejar sólo las barras. 

Después lo pintamos con pintura en spray dorada. Para poder hacerlo en casa lo que hago es conseguir una caja de cartón grande, meto lo que voy a pintar dentro y de este modo la pintura sólo salpica las paredes de la caja. 

También pinté el filo de madera con chalk paint blanca. 

Después cuando ya tenemos seca la pintura vamos enrollando lineas de alambre donde ensartamos nuestras cuentas. Podemos elaborar diferentes dibujos o  entramados. Yo me limité a realizar líneas de una barra del bol a otra. 

Como veis el trabajo es mínimo, fácil y bastante entretenido. (La parte de las cuentas yo la hice mientras veía la tele sentada en el sofá)

Cuando ya tenemos todo acabado, colocamos el frutero sujetándolo con las pinzas de la lámpara.  Y voilá!! ya tenemos una lámpara totalmente única y de creación propia.








Es una solución sencilla para cambiar el ambiente de esa entrada un poco obsoleta con poco dinero y a nuestro gusto.

Espero que os haya gustado y nos vemos en la siguiente entrada.

Un besote

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jueves, 2 de marzo de 2017

Armario con efecto pizarra


El trabajo que os presento hoy, les encantará a los amantes del chalk o en el idioma de Cervantes, la pizarra de toda la vida.   A mi personalmente me parece un mundo con infinitas posibilidades decorativas y más con el "lettering" tan de moda ahora o caligrafía bonita, esa que nos intentaban enseñar en el colegio.

Para probar esta técnica he decidido transformar las puertas de un mueble auxiliar de "apaño" que tengo en la cocina, donde guardo todo lo necesario para un desayuno "saludable" y "energético" (modo ironía..) porque ahí están las galletas, bollos, chocolates, nutellas etc etc,.. vamos, que tenia que haberlo llamado el !!armario del pecado!!

Como era un "apaño" no estaba integrado en la cocina y me decidí a experimentar con él y darle un toque de decoración actual.

Para este trabajo simplemente necesitamos pintura para pizarras negra y rotulador de tiza blanco.



Empezamos lijando un poco la zona donde vamos a pintar para levantar un poco el poro y que agarre mejor, aunque esta pintura no suele tener problemas de adherencia.   Después con cinta de carrocero delimité todo el borde para no salirme con la pintura de la zona donde quería pintar.

Un par de capas con rodillo, siguiendo los tiempos de secado marcados por el fabricante de la pintura. Para poder pintar encima aconsejan esperar 24 horas desde su secado. 

Ahora viene la parte divertida, aquí tenéis dos opciones, si se os da bien el dibujo y la caligrafía os podéis animar a crear algo propio. Podéis ver millones de ejemplos en Pinterest.  Y si no, os enseño como hacer la forma para todos los públicos...  Necesitareis papel de calco amarillo o azul, para que se vea sobre el negro, lo podéis comprar en cualquier papelería. 



Buscamos en Pinterest por ejemplo, un diseño que nos guste y nos encaje, imprimimos en papel y cortamos para poder presentar el diseño en nuestra puerta, usamos cinta adhesiva para pegarlo y ver cómo nos va a quedar.  Cuando tengamos claro el diseño vamos calcando uno a uno nuestras letras y dibujos en la pintura de pizarra (usamos el papel de calco y un lápiz)

Repasamos con el rotulador de tiza nuestra letras y dejamos secar, si vemos que no está lo suficientemente marcado como nos gustaría volvemos a repasar con el rotulador. 



¿Queda bonito, verdad?  Pues ahora pensad en todas las posibilidades que os da la pintura de pizarra. Cuadros, placas de madera con mensajes, una puerta decorada, habitaciones infantiles, en tiendas, locales de restauración.. se me ocurren miles y miles de ideas. 

Ahora no tenéis excusa para transformar un rinconcito de vuestra casa.   

Seguid atentos porque ya tengo un par de trabajos preparados para publicar ;)



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